Seminario Eudista

Los eudistas llegaron a Usaquén en 1914. Desde entonces han estado ligados al acontecer de esta localidad, otrora un pacífico y encantador poblado sabanero. Venían de Francia y aquí recibieron la hospitalidad de la Iglesia bogotana.

Compraron, a finales de 1941, a los herederos de don Pepe Sierra, un lote de terreno en las afueras del pueblo. Bordeaba el camino de herradura que unía a Usaquén con La Calera, cruzando los cerros orientales. Un Padre eudista, que tiene su nombre grabado en la historia de Usaquén, Andrés Basset, dirigió la obra. Tenía conocimientos innatos de arquitectura. Recordaba las viejas abadías medioevales de la Francia que lo vio nacer. Sabía bien qué convenía a los jóvenes para adelantar su formación al sacerdocio: austeridad, silencio, llamada al recogimiento.

Lo llamaron Valmaría. Es un nombre familiar en Usaquén. Tiene una hermosa sonoridad y está ligado a los mismos orígenes de la comunidad de los eudistas. Cuando nació san Juan Eudes, en 1601,  sus padres cumplieron una promesa hecha a la Virgen María para alcanzar la gracia de un hijo que no llegaba, visitando un santuario de María. Ese santuario se encuentra todavía hoy en un pequeño valle de la Normandía francesa, llamado Le Val Marie. Los eudistas lo castellanizaron y lo escribieron en la entrada del edificio y sobre todo en sus corazones.

Su espacio interior más llamativo es el patio de las palmas, donde se encuentran tres muy frondosas, que van a cumplir 50 años, cuyas hojas al estrellarse con el viento rompen el silencio de todo el lugar.

La biblioteca tiene cerca de 10.000 volúmenes. La obra más destacada es La patología, compuesta por 400 tomos escrita en griego y latín por los padres de la iglesia entre los siglos I y VIII. En una época venían desde el exterior eruditos solo para consultarla. También hay enciclopedias como una Larousse del siglo XIX escrita en francés y textos apócrifos del antiguo testamento.

El seminario tiene hoy una historia hermosa y fecunda de más de 60 años. Su arquitectura, exterior e interna, es valiosa. El distrito lo ha declarado como Monumento de Conservación Histórica. En él sobresale una hermosa capilla que merece visita especial. Toda ella es original y nada de cuanto hay en ella tiene copia o réplica en alguna parte.